
Avanza con pasos seguros y firmes
Un día fui a conocer el mar del nuevo lugar donde vivo. Es imponente. Me descalcé y me acerqué a la playa dejando que las olas llegaran hasta mis pies. Pensé en mi madre, que estaría en ese momento mirando el mar del lugar donde ella vive. La misma agua con color distinto. Empecé a caminar. Había muchas piedras, algunas de ellas me lastimaron. Había arena más suave también que me dejaba descansar y entre la espuma tuve que avanzar buscando un lugar firme en que me pudiera sen